Respuestas a tus dudas sobre el examen del cuello uterino

A lo largo de los años, hemos visto cómo numerosos miembros de Clue compartían sus preocupaciones sobre las revisiones cervicales en los canales sociales: miedo al dolor, a la vergüenza y a no saber dónde acudir. Por eso, este Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Cuello de Útero, abordamos esas preocupaciones de frente y compartimos experiencias reales de la Comunidad Clue para ayudar a desmitificar el proceso de detección

Los exámenes cervicales, como las pruebas de Papanicolau y las pruebas del VPH, detectan los problemas a tiempo, previenen el cáncer cervical y salvan vidas. En todo el mundo, el cáncer de cuello de útero sigue siendo el cuarto cáncer más frecuente entre las mujeres. Más de la mitad de los casos de cáncer de cuello uterino en EE.UU. se dan en mujeres que nunca se han sometido a pruebas de detección, lo que pone de relieve el poder de las pruebas de detección periódicas (1).

Encuestamos a más de 7.800 personas que tienen Clue en todo el mundo para comprender mejor qué determina las distintas experiencias con las pruebas de detección del cáncer de cuello de útero: qué anima a ustedes a acudir con regularidad y qué frena a otras. ¿Podrían las autopruebas cambiar la forma en que detectamos precozmente el cáncer de cuello uterino? ¿Y si un mayor conocimiento y confianza hicieran la prevención accesible a todos? ¿Puede la normalización de las conversaciones abiertas y sinceras sobre las revisiones reducir el miedo y el estigma?

Esto es lo que hemos aprendido de vuestras respuestas:

Miedo y ansiedad en torno a los exámenes cervicales

• El 31% de las personas mayores de 26 años que no se han sometido a una revisión cervical dicen que es porque tienen demasiado miedo.

«Siento que estoy a punto de sufrir un auténtico ataque de ansiedad sólo de pensar en el procedimiento». (27 años, Irlanda)

«La comodidad de las mujeres es menos que una ocurrencia tardía en la asistencia sanitaria, así que no confío en que ni siquiera mi médico sea capaz de hacerlo con empatía. Soy virgen, así que no veo que este procedimiento no sea extremadamente incómodo». (30 años, Canadá)

«Me siento nerviosa y avergonzada por el procedimiento. No sé si duele o no, y nunca me ha visto nadie ahí abajo». (23, Líbano)

Razones para no hacerse las pruebas

• El 13% de las encuestadas de 26 años o más* no se ha sometido a una prueba de detección cervical.

*Aunque las directrices varían en todo el mundo, la mayoría de los países encuestados recomiendan empezar el cribado cervical a los 25 años.

Las cuatro razones principales para no someterse a un examen son:

• No creí que fuera necesario: 32%

• Me daba demasiado miedo el procedimiento 31%

• Me sentiría con mucha verguenza: 22%

• No sé dónde ir: 20%

Los exámenes pueden ser incómodos, pero no tan dolorosos como crees

• El 32% de todas las personas encuestadas afirmaron no haber sentido dolor durante su último cribado cervical, lo que supone el doble del porcentaje de las que no sintieron dolor durante su primer cribado.

«No recuerdo haber sentido ninguna molestia como la primera vez y definitivamente no fue doloroso». (31, Ucrania)

«Creo que la gente ve ese instrumento y piensa que dolerá, pero es más frío que otra cosa». (36, Canadá)

«Molestias debidas al espéculo y a que a mi médico le costó encontrar mi cuello uterino debido al ángulo del espéculo». (27, Canadá)

• Alrededor del 40% de las personas encuestadas declararon no haber sentido dolor, sino sólo algunas molestias, tanto durante su primera exploración cervical como durante la más reciente.

«Al ser mayor y estar más familiarizada con mis respuestas corporales, me ha resultado más fácil permanecer relajada y no tensarme durante el procedimiento. Aunque sigue siendo incómodo, puedo relajarme para que no sea doloroso». (31, Australia)

«La salud de la mujer está infravalorada y hay muchas cosas que pasan desapercibidas. Tener tranquilidad a cambio de una pequeña molestia merece la pena». (36, Australia)

«Normalmente estoy nerviosa y el espéculo es muy incómodo. La última vez que fui tuve una enfermera muy dulce que me tranquilizó y no tuve ningún dolor». (35 años, Reino Unido)

Preparación y comprensión

• 1 de cada 3 personas encuestadas se sintieron (algo) desprevenidas y desinformadas durante su primer cribado de cuello de útero porque no sabían qué esperar.

«Sé que la citología es importante para detectar el cáncer, pero nunca me lo habían explicado». (22 años, EEUU)

Los exámenes se hacen más fáciles (y menos intimidatorios)

• El 71% de las personas encuestadas de 26 años o más se han sometido a varias revisiones.

• Sólo el 10% de participantes que se han sometido varias veces a un cribado declararon haber tenido una experiencia negativa en el más reciente.

«La enfermera era simpática y esta vez no me dolió nada. Después me sentí incómodo, pero mucho mejor que la primera vez». (28 años, Reino Unido)

«Mi médico me lo explicó todo y la prueba en sí fue un poco incómoda, pero todo terminó bastante rápido y yo seguí con mi día». (22, Usa)

«El espéculo es realmente incómodo, pero no dura mucho. No está mal para cada 5 años, diría yo». (27, Sudáfrica)

¿Podrían ser las autopruebas del VPH una alternativa fiable para el cribado?

El virus del papiloma humano (VPH) es una infección de transmisión sexual muy común que la mayoría de la gente contraerá en algún momento. Más de 8 de cada 10 mujeres y 9 de cada 10 hombres la tendrán a lo largo de su vida (2). Dos tipos de VPH (VPH 16 y VPH 18) causan el 70% de los cánceres de cuello de útero en todo el mundo (3).

¿Qué opina la comunidad Clue sobre las autopruebas del VPH?

• El 51% de las personas encuestadas dijeron que considerarían la posibilidad de hacerse una autoprueba del VPH si tuvieran la opción.

• Sin embargo, el 60% expresó su preocupación sobre la confianza en los resultados.

Los estudios demuestran que la autotoma es tan fiable como la realizada por el médico cuando se hace correctamente (4,5).

• El proceso es sencillo y no requiere conocimientos especiales.

• No es necesario que las muestras obtenidas por autoexploración lleguen al cuello uterino; las muestras necesarias para la prueba del VPH se toman de la vagina.

• El hisopo tiene un tamaño similar al de una prueba Covid, o incluso al de un tampón, por lo que resulta mucho menos intimidatorio que un espéculo, o incluso que un tampón.

Entendemos que las pruebas del cuello uterino pueden parecer desalentadoras, y esperamos que estas ideas de la comunidad Clue te ayuden a tranquilizarte y a saber que no estás sola. Las revisiones rutinarias tienden a hacerse más fáciles con cada una, y por sólo unos minutos de incomodidad, son increíblemente importantes.

El conocimiento es la clave: si la idea de una citología vaginal o una prueba del VPH te resulta abrumadora, no dudes en hablar con tu profesional sanitario. Puede ofrecerte orientación y soluciones para que la experiencia te resulte más llevadera.

LIMITACIONES Y ADVERTENCIAS:

Las recomendaciones para el examen del cuello uterino varían según el país, y la edad para empezar a hacerse las pruebas oscila entre los 20 y los 30 años. La mayoría de los países encuestados recomiendan empezar a los 25 años. Esta discrepancia puede influir en las respuestas de las personas, sobre todo en lo que se refiere al momento de su primer cribado o a las razones por las que aún no se han hecho la prueba. Otro factor que puede influir en las respuestas es si los encuestados son sexualmente activos, lo que no se preguntó en esta encuesta.