Foto: Franz Grünewald; dirección de arte: Marta Pucci

Tiempo de lectura: 18 min

Personas de color hablan sobre sus experiencias de educación sexual

*Traducción: Lina Bembe

El otro día mi mamá vio mi foto de perfil en WhatsApp: era un paquete de condones que tenía una descripción de perfil que animaba la cosa: "Lo único negativo que quiero en mi vida es un test de embarazo".

Recibí 7 llamadas perdidas y un mensaje muy largo.

Poco después mi mamá me llamó para preguntar si ya había empezado a tener sexo, le respondí preguntándole a qué se refería exactamente con "sexo", porque nunca antes había escuchado esa palabra, al menos no de ella. Por cierto, tengo 25 años.

"Mamá, ¿cómo crees que aprendí de sexo?"

El silencio en el otro lado de la línea era ensordecedor.

Todes tienen experiencias de educación sexual diferentes. Al ser yo una mujer negra y joven, tenía la curiosidad de escuchar las experiencias de otras personas racializadas, así que contacté a personas que usan Clue para que me contaran sus historias. Las respuestas que recibí de todas partes del mundo me conmovieron.

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"La mayor parte de mi educación sexual provino de internet"

"Tuve una primera introducción a la educación sexual a los 12 años, sólo porque era parte de nuestro programa escolar, aunque la mayor parte la recibí en internet, por investigación propia. Aún no me siento cómoda al hablar sobre sexo en la escuela, o con mis padres y adultos; me hubiera gustado que mi educación sexual abordara conocimientos sobre anticonceptivos y ETS con más profundidad". —Mercedes, mujer, 21, africana, recibió educación sexual en Ghana

"Decirle a una persona de 15 años "te dará SIDA y morirás" es dramático y desagradable"

"[en mi experiencia] los padres negros que son religiosos te dicen que no tengas sexo hasta el matrimonio, además exageran las consecuencias sin tener información estadística real. Ellos podrían esforzarse en ser más honestos y abiertos sobre el tema; por ejemplo, sí, es posible contraer VIH, pero deberían de hablar sobre los "cómos," quiénes están en riesgo y cómo prevenir que eso suceda.

Decirle a una persona de 15 años "te va a dar sida y morirás" es dramático y desagradable; nosotras solo volteamos los ojos y seguimos con lo nuestro. También nos perdimos la comprensión de la importancia de los anticonceptivos para la salud reproductiva, de cómo los adolescentes pueden tener acceso a ellos. Sé que muchos embarazos adolescentes en mi escuela hubieran podido ser prevenidos, pero simplemente no sabíamos cómo". —Brittanie Elle, mujer, 30, afroamericana, recibió educación sexual en Alemania

"Nunca me sentí cómoda de hablar sobre sexo con mis padres, hasta la fecha sigo sin estarlo."

"Tuve mi primera experiencia de educación sexual a los 11 años, cuando nos mostraron caricaturas sobre sexo en sexto año. Me pareció muy chistoso y todos bromeamos al respecto, pero nunca me sentí cómoda de hablar sobre sexo con mis padres, hasta la fecha sigo sin estarlo. Mi educación sexual fue muy fácil de entender, pero no me fue del todo útil durante la pubertad, ya que me desarrollé mucho después que el resto. Aunque me hubiera gustado que nos hubieran enseñado sobre sexo seguro." —Anónimo, mujer, 31, aborigen, recibió educación sexual en Australia

"Cada que hacía algo relacionado con el sexo sentía que cometía un crimen."

"Creo que nunca recibí educación sexual. Aprendí de la vida diaria, hablando con amigues de la escuela y después cuando vi una película porno por primera vez. Me hubiera gustado que hubiera más apertura a estos temas durante mis primeros años y adolescencia; tengo 27 años y aún no he tenido ninguna conversación abierta sobre sexo con mis padres, ellos saben que ya no soy virgen, porque ya he tenido un par de relaciones. Quizás si nunca hubiera tenido una, ellos seguirían pensando que aún soy virgen". —Juliana, mujer, 27, afrobrasileña, São Paulo, recibió educación sexual en España

"Hablar de sexo me metió en problemas, porque algunos profesores pensaron que era muy joven para saber de dónde bienen los bebés".

"Estaba confundide cuando aprendí sobre sexo en quinto año. Nos enseñaron como poner condones en un pene de madera, pero jamás pude imaginar cómo un pene podía ponerse erecto y entrar en el hoyo. Las ilustraciones y textos de la biblioteca no explicaban que era un proceso; me metí en problemas por hablar de sexo en la escuela, porque algunos profesores pensaron que yo era muy joven para saber de donde vienen los bebés.

En mi cultura el sexo es considerado un tema sagrado, algo de lo que no debe hablarse, que sólo debe de hacerse entre dos personas casadas, de sexos opuestos. Me hubiera gustado que mi educación sexual fuera más abierta, que tratara cuestiones de sexo LGBT". —Anónimo, género neutro, 35, Metis, recibió educación sexual en Canadá

"La educación sexual no fue hecha para enseñarnos, sino para asustarnos".

"La educación sexual que recibí a los 9 años fue poco detallada; también me auto-enseñé muchas cosas después del fallecimiento de mi mamá. Fue muy extraño cuando aprendí de sexo por primera vez, porque todo fue explicado como algo que da miedo. La educación sexual no tenía el objetivo de educarnos, sino de asustarnos.

Debería haber un conocimiento más profundo sobre el sexo, a los adolescentes se les debería enseñar la verdad sobre este tema; la educación sexual no debería de ser usada como una herramienta para disuadirlos a través del miedo". —Anónimo, mujer, 25, africana, recibió educación sexual en Nigeria

"Me hubiera gustado que mi educación sexual abordara diferentes sexualidades, ya que yo no soy hetero."

"Aprendí sobre sexo a los 13 años, en una escuela sólo para niñas, incluso nos hicieron un examen. Mi educación sexual fue bastante completa, pero me hubiera gustado que abordara diferentes sexualidades, ya que yo no soy hetero.

Nunca hablé de sexo con mis padres; tampoco se habla de ello en público frecuentemente, ya que es considerado tabú en nuestra sociedad. Las chicas son odiadas si hablan de sexo de manera muy obvia". —Indigo, mujer, 20, china, recibió educación sexual en Taiwan

"Me gustaría que la iglesia no pregonara que el sexo es algo que debe ser odiado".

"Recibí un poco de educación sexual en la escuela y con mis amigas, pero sólo encontré los conocimientos adecuados haciendo mi propia investigación, yo sola. Nunca me sentí muy cómoda, especialmente porque crecí en un entorno evangélico, donde se nos enseñó a reprimir nuestros sentimientos y deseos carnales.

La forma en que la iglesia pregonaba estos temas me hizo pensar que el sexo era algo sucio y peligroso, hacerlo así solo causa pánico y eso es dañino durante la pubertad". —Jennifer, mujer, bisexual, 24 años, afroindígena, recibió educación sexual en Belém do Pará (Brasil)

"No pudimos aprender suficiente educación sexual, debido a que no se permite enseñar sobre métodos anticonceptivos en la educación básica obligatoria."

"Aprendí de educación sexual por primera vez a los 10 años, en quinto año, es una pena que mis padres nunca me dijeron nada sobre ese tema". En la escuela, la mayor parte de los libros de texto sólo advertían "en los medios e internet hay ciertos errores de información sobre el sexo". Yo resolví la mayor parte de mis problemas y dudas sobre el sexo usando la web.

Nosotros no recibimos suficiente educación sexual, porque las escuelas obligatorias no tenían permitido enseñar sobre métodos anticonceptivos. No pudimos tener fácil acceso a clínicas de ginecología y obstetricia, debido a que en su mayoría están dirigidas a mujeres embarazadas. Si visitaras una de esas clínicas siendo joven, serías vista como una zorra, o embarazada, ya que empezaste a tener sexo a una edad temprana". —Anónimo, mujer, 29, japonesa, recibió educación sexual en Japón

"Lo que aprecio de mi educación sexual es que no nos enseñaron a evadir el sexo".

"Aprendí de sexo por primera vez sólo como una actividad recreativa, ya que fue a través del porno. No fue sino hasta tercer año que me enseñaron educación sexual en la escuela, ahí aprendí que había otras razones para tener sexo. Nunca tuve una plática formal sobre sexo con mis padres, aunque sí tuvimos pequeñas charlas sobre embarazo, así como las típicas "historias de horror" sobre tener sexo a temprana edad. La dinámica cambió en el bachillerato, donde aprendí mucho más sobre, sexo, nos enseñaron sobre sexo seguro y nos dieron paquetes de anticonceptivos; también recibimos muchas clases sobre consentimiento, violación y qué hacer en determinadas situaciones. Todo esto fue útil porque me inspiró a poner atención a mi salud sexual, también me ayudó a compartir con mis amigos la información que aprendí.

Lo que aprecio de mi educación sexual es que no nos enseñaron a evadir el sexo. Tener sexo siendo joven es inevitable para los adolescentes, así que por lo menos podríamos compartir información de calidad entre todos. Yo tuve muchos beneficios en mi vida sexual gracias a la amplia educación que recibí". —Lena, mujer, 17, latina, recibió educación sexual en EUA.

"En clases de ciencia aprendí la fisiología del tema, pero eso no cuenta, ¿verdad?"

"La primera vez que hablé sobre sexo fue con los chicos de mi escuela, el tema era porno. No me sentí cómoda, esto fue un problema muy grande, especialmente porque me tomó tiempo darme cuenta de lo que me gustaba.

Tuve que deconstruir mi mentalidad de chica católica de clase media, la clásica idea de que el placer sexual era malo, que estar excitada era pecado y que el sexo era sucio. La masturbación me ayudó mucho, incluso me hizo entender mi propia orientación sexual". —Anónimo, mujer, 27, afrobrasileña, recibió educación sexual en Rio de Janeiro, Brasil

"Mi educación sexual no me fue de interés porque parecía ser algo que me "pasaba" a mí, pero no conmigo".

"Cuando aprendí de sexo por primera vez, a los 10 años, yo estaba desinteresada en la idea de tener sexo, porque parecía ser algo que me "pasaba" a mí, pero no conmigo". Me sentía cómoda al hablar de sexo con mis amigos, pero ellos sabían tan poco como yo. No obstante, era muy claro que no podía hablar de sexo con mis padres.

Me hubiera gustado que mi educación sexual fuera más extensiva; específicamente me hubiera gustado aprender sobre sexo lésbico y gay". —Anónimo, mayormente mujer, 19, asiática, recibió educación sexual en EUA.

"Me hubiera gustado que mi educación sexual incluyera información sobre como el porno no representa el sexo de forma realista".

"Yo estaba muy emocionada la primera vez que aprendí de sexo a los 13 años; me sentí mayormente confortable de hablar al respecto con mi profesor de biología, pero jamás con mi madre.

No creo que exista una palabra concreta para sexo en mi dialecto (Twi), ya que son todas homónimos para otros verbos. Normalmente, hablamos de tener sexo con alguien como "comerse" a la persona. Todo lo concerniente al sexo está velado con proverbios y lenguaje críptico, lo que esencialmente equivale a que el sexo es un tema sucio y desviado.

Durante años me saqué el tampón cada vez que necesitaba hacer pipí, ya que ignoraba que la orina no salía de ahí. Me hubiera gustado que mi educación sexual incluyera información sobre como el porno no representa el sexo de forma realista, así como educación más variada sobre anticonceptivos". —Okornore, mujer, 28, negra africana, recibió educación sexual en Alemania

"Toda mi vida se me dijo que cerrara los ojos, incluso para escenas de sólo besos."

"El sexo siempre ha sido un tema tabú en mi cultura. En toda mi vida han habido sólo dos ocasiones en las que el sexo fue tratado en un ambiente educacional, donde hablamos mayormente sobre periodos y pubertad. Me sentía bastante incómoda cada vez que surgía el tema (¡a veces todavía lo hago!), sobre todo me daba asco este tema tan lejano. Toda mi vida se me dijo que cerrara los ojos, incluso para escenas de sólo besos, por lo tanto nunca se habló de sexo de ninguna forma.

En la escuela, las chicas y chicos fuimos separados durante nuestras dos clases de educación sexual, nunca hablamos de ellas entre nosotros. Mi madre quizás solo haya usado la palabra "sexo" directamente conmigo en 5 ocasiones en toda mi vida, tampoco creo que ninguno de mis amigos haya tenido una charla sobre sexo con sus padres. Incluso como una joven adulta, aún tengo que consultar diagramas en línea para entender por completo ciertos aspectos de salud reproductiva.

Ojalá mi educación sexual hubiera sido recurrente, práctica y sin atavismos. Sobre todo, me hubiera gustado que el tema del sexo se hubiera desestigmatizado con regularidad, ¡que mis padres se hubieran sentido lo suficientemente cómodos como para hablarme directamente de ello! Muchas cosas que era "normal" que sucedieran en la pubertad fueron sorpresas para mí, o sólo entendidas con información de internet o mi app Clue". —Anónimo, mujer, 29, árabe, recibió educación sexual en EUA (escuela secundaria islámica)

"No le pude contar a nadie sobre mi primera vez".

"Nunca tuve contacto con ningún tipo de educación sexual. En casa "el sexo" siempre fue tabú para mi familia. Recuerdo que cuando aún era virgen hablaba mucho sobre sexo con mi prima, que tenía mi edad.

Cuando entré en la pubertad, las hormonas hicieron una fiestota en mi cuerpo; por mi cuenta busqué sobre sexo en internet. Al mismo tiempo, intercambié información con aquella prima y otras amistades ¡pero jamás con mis padres o en la escuela!

Debido a mi falta de educación y a los tabúes sobre sexo y placer femeninos, me tomó tiempo entender toda esta nueva información adecuadamente. Como siempre fui muy consciente de mis experiencias sexuales, pronto me di cuenta de la importancia de los orgasmos, de como un buen orgasmo era necesario para no tener sentimientos de pena después del sexo, esa sensación de haber sido "usada". —Anónimo, 31, afrobrasileña, heterosexual, recibió educación sexual en Salvador (Brasil)

"No puedo entender cómo creí esta mentira sobre el sexo durante mugres 26 años de calentura!"

"La educación sexual que recibí a los 13 años daba miedo, y se sentía como algo de lo que nunca debía hablar con nadie. Lo único que me enseñó mi mamá fue que, el sexo es aquella cosa mala que te da un embarazo no deseado, que detiene tu carrera y tu vida, que además te convierte en una madre soltera que la sociedad desprecia (al menos en el entorno africano donde me crié). Básicamente, el sexo es una desgracia que puede ocurrirme para que me vuelva como mi propia madre; lamentablemente así fue como me enseñaron sobre educación sexual.

Tengo 26 años, soy virgen, ésto ha afectado enormemente todas las relaciones en las que he estado, porque la mayoría de mis parejas querían sexo con penetración. Me enseñaron que el sexo daña las relaciones, porque tu pareja empieza a faltarte al respeto, y acabará dejándote por otra persona, una virgen a la que "llevará a casa con mamá." En todo caso, he visto prosperar las relaciones de mis otras amigas sexualmente activas. ¡Yo no puedo comprender cómo creí esta mentira sobre el sexo durante mugres 26 años de calentura!

Mi origen cultural ha marcado la mayor parte de mi orientación sobre el sexo. Hay más de 200 culturas en Nigeria y la cultura yoruba, de la que procedo, tiene una antigua tradición sobre el sexo y el matrimonio (que mi familia sigue manteniendo, por desgracia). Idealmente, en mi noche de bodas (heterosexual, porque es Nigeria), los padres de mi marido estarán esperando fuera de la habitación de los novios mientras tienen sexo por primera vez.

Para este primer coito se suele extender una tela blanca sobre la cama. Una vez terminado el sexo, la madre del novio tiene la libertad de entrar en la habitación para comprobar si la sábana blanca está manchada de sangre (lo que significa que la novia era virgen). Si no está manchada de sangre, los padres del novio regresan a la casa de los padres de la novia con una botella de vino a medio llenar y una caja de cerillas casi vacía, para insinuar que "la esposa no está entera o completa". Así que, debido a esta antigua tradición, estamos obligadas a permanecer vírgenes hasta nuestra noche de bodas, pues de lo contrario traemos el reproche a nuestra familia. —Olamide, mujer, 26, yoruba, recibió educación sexual en Nigeria

"Lo que más me benefició fue que mi madre estaba realmente abierta a hablar de sexo".

"Mi primera educación sexual fue incómoda porque la aprendimos en la clase de ciencias, y nuestro profesor también estaba bastante incómodo al respecto. En mi cultura, el tema del sexo es tabú si no estás casado, pero lo que más me benefició fue que mi madre estaba realmente abierta a hablar de sexo. Creo que la mayoría de los padres deberían ser así, eso ayuda mucho a los hijos". —Nadirah, mujer, 28, malaya, recibió educación sexual en Malasia

"Me hicieron creer que las mujeres no disfrutan del sexo tanto como los hombres, y que los hombres siempre piensan en ello".

"Cuando tomé por primera vez educación sexual en quinto grado, estaba emocionada porque por fin pude saber por qué empezaba a sentir ciertas cosas. También pude conocer mejor mi cuerpo, porque cuando empecé la pubertad a los 10 años fue un torbellino. Lamentablemente, me hicieron creer que las mujeres no disfrutan del sexo tanto como los hombres, y que los hombres siempre piensan en ello. Mi educación sexual fue bastante completa en cuanto a la heterosexualidad, lo cual fue útil para mí como preadolescente; pero en el bachillerato, a medida que iba descubriendo mi sexualidad, no fue suficiente. Ojalá me hubieran enseñado sobre el sexo homosexual, las opciones de anticoncepción y que el sexo es divertido, no sólo para hacer bebés". —Anónimo, mujer, 29, afroamericana, recibió educación sexual en EUA

"Diría que lo que aprendí por mi cuenta sobre el sexo fue más útil que todo lo que me enseñaron".

"Empecé a masturbarme a una edad temprana, así que me adelanté a descubrir mi propio cuerpo, y cómo funciona, por mi cuenta. También miraba a escondidas las escenas de sexo de las películas y pelis porno que pasaban a altas horas de la noche.

Cuando finalmente recibí educación sexual a los 16 años, se trataba de una enseñanza muy superficial, basada en conocimientos clínicos de los genitales, cómo se conciben los bebés, las ITS y cómo practicar sexo seguro. Pero yo diría que lo que aprendí por mi cuenta sobre el sexo, desde la pubertad hasta los 20 años, fue más útil que todo lo que me enseñaron. Aunque a los 16 años estaba abierta a hablar sobre sexo, me decían que era demasiado joven y que debía dejar de intentar actuar como "adulta".

Me hubiera gustado que mi educación sexual ofreciera un espacio seguro para hacer preguntas, en vez de ser degradada o avergonzada por tener interés en el sexo. Creo que los programas de educación sexual en Europa son mucho más avanzados que los de Estados Unidos, me hubiera gustado tener su tipo de plan de estudios mientras crecía". —LaKeisha R. mujer, 32, multicultural, recibió educación sexual en EUA

"Hace sólo dos años que me siento cómoda hablando de sexo".

"Aprendí de sexo por primera vez a los 16 años, me parecía peligroso y repugnante. Hay mucha información sobre sexo que se omite intencionadamente, y la mayoría de los jóvenes de mi cultura no lo entienden del todo. Nos han contado muchos mitos en torno al sexo, lo cual afecta indirectamente nuestra comprensión del tema.

Desearía haber aprendido antes la forma en que tener o no sexo afecta la relación con tu pareja. Mi educación sexual fue muy incompleta, aprendí sobre el sexo por aquí y por allá; tuve que investigar yo misma y juntar las piezas del rompecabezas". —Anónimo, mujer, 27, africana, recibió educación sexual en Nigeria

"Crecí en una casa llena de mujeres y aún así el sexo era tabú".

"Aprendí el sexo por mi cuenta cuando tenía como 14 años, hablando con amigas entre risas sobre cosas que no sabíamos. Los chicos nos parecían muy guapos y jugábamos imaginando cómo sería, pero mi familia nunca me dio consejos sobre sexo. Me hubiera gustado que me dieran más libertad de hablar de ello". —Gabriela, 29, mujer, afrobrasileña, recibió educación sexual en São Paulo (Brasil)

"Mi primera educación sexual sucedió de golpe... Mi madre quería asegurarse de que mis conocimientos sobre sexo provinieran de una fuente confiable".

"Mi primera educación sexual sucedió de golpe, Mi madre se sentó conmigo y me explicó lo que ocurría durante una relación sexual heterosexual; yo no lo vi venir. Como mi madre fue bastante directa y no se mostró incómoda al respecto, a mi tampoco me pareció incómodo en absoluto. Supongo que a esa edad (9 años), yo no sabía que hablar de sexo normalmente hace que la gente se sienta incómoda. Mi mamá dijo que quería asegurarse de que mis conocimientos sobre sexo vinieran de una fuente confiable (ella), y no de un foro cualquiera en internet.

Sin embargo, mi educación sexual en la escuela secundaria no fue nada completa, cuando mi facilitador estaba repasando el sistema reproductivo femenino, dijo que el clítoris es lo que usamos para orinar. Yo ya había empezado a masturbarme, así que conocía muy bien mi anatomía y me enojé mucho, pero no quería decir nada porque temía que la respuesta fuera "¿cómo lo sabes?" y no quería decirlo.

Me hubiera gustado estar más informada sobre métodos anticonceptivos cuando aprendí de sexo por primera vez. Los anticonceptivos son muy asequibles y accesibles en mi cultura, pero sólo para las personas casadas. Cuando los jóvenes solteros van a la clínica a buscar anticonceptivos, aún reciben miradas incómodas de los trabajadores de la salud". —Valerie, mujer, 22, asiática, recibió educación sexual en Indonesia

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