Ilustración: Marta Pucci
Vulvas: formas, tamaños y mitos
Las vulvas son muy diversas, pero eso no se refleja en la sociedad.

La gente suele llamar “vagina" a todo el conjunto de los genitales femeninos. Las partes visibles, el interior, la zona circundante, la zona general entre las piernas... todo eso es la vagina.
Pero eso es incorrecto. La vagina es un canal interno. Su parte visible, la abertura, es solo una de las muchas partes que componen la vulva: los genitales externos femeninos (1).
El uso de un término inexacto para generalizar las características de la anatomía reproductiva femenina es la base de los conceptos erróneos sobre cómo “deberían" ser los genitales.
Las vulvas son extremadamente diversas, pero eso no está arraigado en la sociedad. El porno es una fuente fácilmente accesible de imágenes genitales, pero no representa la gran variedad de rasgos vulvares, ni tampoco lo hacen las imágenes anatómicas que se encuentran en los libros de texto y en los carteles de las consultas médicas (2).

Las influencias culturales, como la pornografía, han llevado a que los labios menores, también conocidos como "labios vaginales", se conviertan en un factor distintivo de lo que se considera atractivo en los genitales (3). La depilación púbica también ha contribuido a esta idea, ya que deja al descubierto la zona genital. Los labios menores pequeños se han idealizado y se han vuelto omnipresentes en las representaciones limitadas (y a menudo artificiales) de la vulva que existen (4). Esto perpetúa la idea de que solo hay un tipo de labios ideales, cuando en realidad hay de muchos colores, formas y tamaños.
Las representaciones poco fiables y la denominación errónea de la anatomía femenina han creado ideas infundadas sobre lo que es «normal».
Esto alimenta la inseguridad y podría ser la razón por la que más personas, y en particular adolescentes, recurren a la cirugía plástica genital, como la labioplastia, por motivos puramente estéticos (3). Las predisposiciones personales de los cirujanos plásticos, que son más abiertos a realizar procedimientos de reducción de los labios menores en ausencia de quejas físicas, también podrían estar influyendo en esta tendencia (5).
La cirugía plástica genital es una elección personal y las razones por las que alguien se somete a una cirugía, ya sea para sentirse más cómoda consigo misma, aliviar una anomalía dolorosa, cambiar de sexo o cualquier otra razón, son profundamente individuales. Sin embargo, la presión para ajustarse a las “normas” estéticas y cumplir con estándares culturales absurdos de belleza no es una contribución útil ni positiva a la decisión de una persona y aliena a la mayoría de las personas con vulva.
Gracias a los fotógrafos Katie Huisman y Nick Karass, así como a los artistas Jamie McCartney y Katja Tetzlaff, se está dando a conocer la variedad real de la vulva. Su arte está contribuyendo a una necesidad crucial de recursos sobre la diversidad genital inclusiva, incluida la anatomía intersexual.
Los cuerpos de las personas deben ser comprendidos, representados y respetados adecuadamente.
Una imagen genital positiva se correlaciona con una mayor autoestima sexual (6). Y sentirse sexualmente atractivo es sin duda algo bueno para tu autoestima general y tus relaciones íntimas. Todavía queda un largo camino por recorrer en la representación de los genitales femeninos, intersexuales y trans, así como en el desmantelamiento del arquetipo vulvar estrecho y dañino.
¿Crees que existe presión para ajustarse a estándares de belleza genital poco realistas? Comparte tu opinión con nosotras en Twitter, Instagram o TikTok.