No tienes que "mantenerte firme": sepa aquí cuándo consultar a un médico sobre la perimenopausia
Ojalá hubiera sabido más—no tenía ni idea de qué esperar y qué hacer
Éste es el sentimiento más común que comparten las mujeres sobre la perimenopausia y la menopausia. El estigma, la vergüenza, la falta de concienciación pública y la falta de comunicación hacen que para mucha gente esta fase de su vida sea aterradora, complicada y mal gestionada.
Para empezar, es fundamental entender los distintos términos. La menopausia es un punto en el tiempo, un único día en la vida de una mujer o persona con un ciclo en el que sus ovarios han dejado de producir hormonas. Actualmente no existe ninguna prueba para determinar cuándo ocurrirá esto, o si ha ocurrido. Así pues, los médicos diagnostican la menopausia retrospectivamente, cuando ha pasado un año desde tu última regla (1). El tiempo que transcurre hasta el día de la menopausia, cuando una mujer experimenta síntomas, se conoce como perimenopausia. Puede durar varios años, pero la media es de cuatro años (2).
La edad media de la menopausia es de 51 años, por lo que la mayoría de las mujeres iniciarán su perimenopausia y experimentarán síntomas a partir de mediados de los cuarenta (3).
Hay más de 30 síntomas de la perimenopausia, y pueden ser físicos, mentales y emocionales (4). Aunque los sofocos y los periodos abundantes e irregulares suelen ser las características de la perimenopausia, estos síntomas no los padecen todas las personas (1).
Según mi experiencia clínica, los trastornos del sueño, la ansiedad y el aumento de peso son más frecuentes, pero a menudo las mujeres y los profesionales sanitarios los identifican erróneamente, atribuyéndolos a otras afecciones o problemas médicos (5). En concreto, los problemas para conciliar el sueño o para permanecer dormido pueden ser el primer síntoma, posiblemente a partir de finales de la treintena o principios de la cuarentena. Para muchos, esto coincide con la alteración del sueño por tener hijos.
Entonces, ¿cuándo debo ir al médico?
Muchas mujeres se preguntan cuándo deben consultar a su médico por sus síntomas, y a menudo lo posponen por miedo o vergüenza, o porque no quieren "armar jaleo". La sensación de que debes seguir adelante y esperar a que se ponga realmente mal es muy común.
El viaje de cada persona es individual y, aunque no hay un momento equivocado para buscar ayuda de los profesionales de salud, la atención debe centrarse en ti y en tus síntomas, no en lo que hacen y experimentan tus amigas y compañeros. Si notas síntomas y/o cambios en tu cuerpo y emociones, pide ayuda.
Es muy útil y fortalecedor buscar orientación y asesoramiento. Hablar de lo que sientes puede ayudarte a comprender mejor cuáles son tus opciones para controlar los síntomas y mejorar tu salud y bienestar a largo plazo.
El poder de hacer seguimiento
Es especialmente útil hacer un seguimiento de tus síntomas, ya que te proporciona un registro de lo que ocurre y cuándo. Hay muchas formas de hacerlo, pero la app Clue es especialmente buena, ya que tiene un modo específico para la Perimenopausia que puede facilitar el seguimiento de los síntomas.
El seguimiento es útil para ti, pero, al compartirlo con tu médico, también le permite hacerse una idea fácil y rápida de tu experiencia. Así podrán ayudarte a determinar cuáles son las mejores opciones para el tratamiento de tus síntomas individuales.
Hay muchos médicos especializados en los síntomas y el tratamiento de la perimenopausia, o en la salud de la mujer en general. Y lo mejor, siempre que sea posible, es acudir a estos médicos concretos, debido a sus conocimientos, habilidades y experiencia.
Aunque los médicos generalistas pueden ayudar, a menudo su ayuda es limitada y las mujeres necesitan un asesoramiento más especializado. Pide en tu consulta médica que te recomienden qué médico es especialista en salud de la mujer o tiene interés en ese campo.
Dada la duración de la perimenopausia y su importante repercusión en tu vida, encontrar un médico que te escuche y te comprenda es clave. Deben darte tiempo y seguridad para que hables libremente, y ayudarte a defenderte para que puedas tomar tus propias decisiones.
Si no estás contento con tu médico o médica actual, recuerda que es normal y aceptado acudir a otro profesional, ya sea dentro de la misma clínica o en otro lugar. Es tu camino hacia la salud y, con la ayuda de los profesionales sanitarios adecuados, deberías sentirte capacitada para tomar el control.