Comparative illustration of red blood cells and abnormalities

Ilustracion: Marta Pucci

Tiempo de lectura: 6 min

¿Tu periodo puede causarte anemia?

*Traducción: Lina Bembe

Cosas importantes a saber:

  • La pérdida de sangre a través de la menstruación puede causar anemia

  • El sangrado menstrual fuerte puede hacerte más susceptible a la anemia por deficiencia de hierro (anemia ferropénica)

  • Los síntomas de la anemia por deficiencia de hierro incluyen: cansancio, debilidad, falta de aliento, baja concentración, mareos

La anemia puede aparecer sigilosamente, especialmente la causada por deficiencia de hierro. Puede suceder lentamente, con el paso de los años, de manera que es posible que no notes los cambios. Una especie de fatiga de la que no puedes librarte, sin importar cuanto descanses, dificultades para recuperar el aliento con actividades que antes hacías todo el tiempo, cambios inexplicables en tu pelo, uñas y piel. Estos son solo algunos de los síntomas de la deficiencia de hierro. La anemia es un gran problema de salud pública a nivel global, se estima que 1620 millones de personas (24.8% de la población global) sufren de ella (1).

Primero: ¿Qué es la anemia?

La anemia es una reducción en glóbulos rojos, o hemoglobina en la sangre (2). La hemoglobina es una proteína que contiene hierro, que forma parte de tus glóbulos rojos. La hemoglobina unifica y transporta moléculas de oxígeno a las células de tu cuerpo. Con cantidades menores de glóbulos rojos, tu cuerpo (incluido tu cerebro) no puede recibir suficiente oxígeno ni funcionar de manera óptima.

¿Qué causa la anemia?

Los glóbulos rojos se crean en tu médula y viven durante 110 días aproximadamente, durante los cuales circulan y proveen de gases a todo tu cuerpo (3). Conforme van envejeciendo, los glóbulos rojos eventualmente se desintegran en el bazo, nódulos linfáticos e hígado y sus partes son recicladas dentro de tu cuerpo. Cualquier interrupción a lo largo del ciclo de vida de los glóbulos rojos (creación, vida funcional o destrucción) puede provocar anemia.

Causas comunes de la anemia pueden ser: pérdida de sangre, infecciones parasitarias, deficiencias nutricionales, problemas de absorción y enfermedades crónicas (1,2).

La anemia es un tema muy amplio, hay muchas causas diferentes, así como manifestaciones. Para el propósito de este artículo nos enfocaremos en la anemia por deficiencia de hierro—un tipo especial de anemia—y su relación con la salud menstrual y ginecológica.

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Anemia y periodos

Las personas que menstrúan están desproporcionalmente afectadas por anemia, por el hecho de que pierden sangre en sus periodos.

De hecho, el 29% de mujeres no embarazadas y el 38% de las mujeres embarazadas a nivel mundial están afectadas con anemia (4).

Cuando se pierde sangre cada mes durante la menstruación, el hierro contenido en los glóbulos rojos también se pierde. Si tu ingesta y absorción mensual de hierro no sustituyen su pérdida durante tu periodo, podrías desarrollar anemia por deficiencia de hierro (2).

Las personas con sangrado menstrual fuerte/abundante son más susceptibles a la anemia por deficiencia de hierro. Se considera que una persona tiene sangrado menstrual abundante cuando su flujo menstrual típico supera 80 ml. (5). El sagrado menstrual fuerte puede deberse a fibromas (crecimiento anormal del tejido muscular en el útero), adenomiosis (una condición en la que el tejido endometrial invade la pared muscular del útero), pólipos (crecimientos anormales en tu cervix o dentro del útero) o desórdenes del sangrado (6).

La menstruación no es la única causa ginecológica de anemia por deficiencia de hierro. Durante el embarazo y la lactancia, así como en cualquier periodo sostenido de crecimiento y desarrollo, hay una creciente necesidad de hierro (2,7). Para las personas embarazadas es importante asegurarse de tomar la suficiente cantidad de hierro, ya que niveles bajos pueden dañar al bebé y progenitores (2). Durante el embarazo, necesitas el doble o triple de hierro que cuando no estás en embarazo (8). La pérdida de sangre durante el parto también puede contribuir a desarrollar anemia.

¿Cuáles son los síntomas de la anemia?

La anemia, particularmente del tipo de deficiencia de hierro, puede tener un inicio insidioso, ya que puede tomar años en desarrollarse lentamente. Algunos de los síntomas de anemia por deficiencia de hierro son: cansancio, debilidad, falta de aliento, baja concentración, mareos, intolerancia al frío y palpitaciones cardiacas (1,2,9).

Otros síntomas físicos que tu proveedor de servicios médicos buscará son: palidez (particularmente de tus párpados interiores), pérdida de pelo, resequedad en la comisuras de tu boca, cambios en tus uñas y circulación pobre (pies y manos frías) (1,2,9).

Tengo anemia por deficiencia de hierro. ¿Qué hago?

Simplemente comer más hierro, ¿parece obvio no? Bueno, no necesariamente. Incrementar la ingesta de hierro en tu dieta es un excelente comienzo. Hay dos tipos de hierro dietético: hierro hemo y hierro no hemo.

Las fuentes de hierro hemo contienen hemoglobina (recuerda, la proteína dentro de los glóbulos rojos que contiene hierro), y sólo se encuentra en la carne (10). El hierro hemo se absorbe más fácilmente que el no hemo. Tipos de carne que son órganos (como el hígado) normalmente tienen las concentraciones más altas de hierro hemo (11). Toda la carne contiene hierro hemo, no sólo la carne roja (aunque esta tiene concentraciones más altas de hierro hemo), pero el pollo, cerdo y pavo también son buenas fuentes. Los pescados, mariscos y especialmente moluscos, como las ostras, también son excelentes fuentes de hierro (11).

El hierro no hemo se encuentra en fuentes vegetales, como los granos, frijoles y algunas verduras (10). El hierro no hemo no se absorbe tan bien como las fuentes de hierro hemo. Las poblaciones con baja ingesta de carne pueden tener dificultades para consumir suficiente hierro dietético. Otros componentes encontrados en las fuentes de hierro no hemo (tales como los fitatos, taninos y calcio), también pueden reducir la absorción del hierro, por lo tanto, intenta limitar tu consumo de café y té justo después de tus comidas (12,13). Comer fuentes de hierro con vitamina C (frutas cítricas, pimientos, fresas, etc.) te ayudará a absorber el hierro dietético más fácilmente (13). Algunas fuentes ricas en hierro no hemo son: frijoles de soya/tofu, lentejas, avena, trigo (que normalmente está fortificado), betabel, kale, nueces, melazas y frijoles (11).

Cuando una persona contrae anemia por deficiencia de hierro, desafortunadamente el consumo de este mineral no siempre basta para coregir la deficiencia. El tratamiento principal para la anemia por deficiencia de hierro son los suplementos y tabletas orales. No obstante, consulta a tu proveedor de servicios médicos antes de tomar cualquier suplemento para la anemia. Hay diferentes tipos de anemia con diferentes causas, por lo tanto es importante asegurarse de que estás tomando el tratamiento adecuado para el tipo de anemia y sus causas.

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